Los médicos y profesionales de la salud se han posicionado por mucho tiempo como una de las profesiones más nobles.
La mayoría ha dedicado mucho tiempo en adquirir conocimientos y experiencia suficiente para lidiar con la muerte y las enfermedades, pero no están exentos de ser acusados de negligencia médica o en algunos casos de cometer errores.
En estos tiempos, es más común ver personas que se sienten víctimas de delito y van ante la Conamed o agencias del ministerio público a exigir justicia por actos que en la mayoría de los casos no fueron materializados con la intención de dañar.
Una profesión delicada y de alta responsabilidad, donde el aprendizaje y la práctica es con vidas humanas, es natural que genere consecuencias legales al realizar un mal procedimiento médico o intervención hospitalaria.
La negligencia médica es un daño físico o moral al paciente como consecuencia de un procedimiento médico imprudente o hecho desde el desconocimiento.
Las negligencias médicas dan al paciente lesionado derecho a una indemnización.
¿QUÉ SE DEBE HACER EN CASO DE RECIBIR UNA DEMANDA POR NEGLIGENCIA MÉDICA?
Lo ideal es que tenga la asesoría adecuada y un servicio de cobertura médico legal para defenderse ante una denuncia por negligencia médica. Estos son algunos consejos prácticos de acciones preventivas que puede seguir:
1. Siempre asegúrece de tener una Carta de responsabilidad firmada por el paciente.
2. No proporcione dinero.
3. No realice convenio de pago.
4. No acepte la culpa, error o responsabilidad.
5. No porporcione copia del expediente.
6. No mencione que tiene un seguro de cobertura (en caso de tenerlo).
7. No se presente a declarar sin Asistencia Legal
Una vez que tenga asesoría legal, lo primero que se revisará a detalle es la Carta de Responsabilidad que firma el paciente sometido a un tratamiento o cirugía (según sea el caso), según sus riesgos, y partiendo de ahí, comenzará la investigación de los hechos de la mano del especialista legal para sustentar de la mejor manera lo acontecido.
El abogado que lleve el asunto también deberá conocer la jurisprudencia al respecto. Aunque en algunas ocasiones será fácil imputar la negligencia médica (por ejemplo, cuando se ha olvidado material quirúrgico en el interior del paciente tras una intervención) en otros habrá que realizar un análisis detallado de la situación. Y es que aquellos daños que no pudieran prevenirse o evitarse no pueden conllevar negligencia médica.
¿QUÉ SE PUEDE REQUERIR ANTE UNA DEMANDA?
Por otro lado aquella persona que hubiera resultado afectada por una negligencia médica, con ayuda de su defensa, podrá reclamar frente a la parte actora:
• Responsabilidad civil. Se da frente a los tribunales de lo civil, y su objetivo es conseguir una indemnización. Tal indemnización incluye los conceptos de lesiones y daños morales. Generalmente se dará frente a seguros y centros médicos privados.
• Responsabilidad patrimonial. Es la versión pública de la responsabilidad civil. Por tanto, se reclama frente al orden contencioso-administrativo por negligencias ocurridas en centros públicos.
• Responsabilidad penal. Solo procede en los casos más extremos, y suele buscar la inhabilitación del facultativo. En algunas ocasiones pueden solicitarse multas o incluso penas de prisión.

Si aún no cuenta con un servicio de cobertura legal especializada en profesionales de la salud, es importante que lo considere para estar protegido
¿CUÁNDO SE JUSTIFICA UNA DEMANDA POR NEGLIGENCIA MÉDICA?
Cuando existe una lesión. Esta puede ser inmediata o no, y física o moral. Por ejemplo, un mal diagnóstico que perjudique las posibilidades de curación del paciente puede considerarse negligencia médica. Del mismo modo, no es necesario que la lesión cause un menoscabo en la integridad física del paciente. Así, una marca meramente estética puede suponer responsabilidad del personal sanitario cuando se deba a su mala praxis.
La mala praxis. Se entiende como tal el apartarse del protocolo sanitario o los estándares de la profesión. Así, la mala praxis puede derivar de un descuido de la diligencia debida. Pero también de una vía de actuación que no habrían seguido otros facultativos.
Por último, un nexo causal. Así, la lesión debe ser consecuencia de la mala praxis. A falta de la relación de causalidad (por ejemplo, si la lesión se hubiera producido incluso aplicando el tratamiento corriente) el paciente lesionado no tendrá derecho a indemnización.
Los tres elementos deben concurrir para que se pueda hablar de negligencia médica y se despierte el derecho a una indemnización. Generalmente, para apreciar la mala praxis y el nexo causal serán necesarios los servicios de un perito médico. Determinar la concurrencia de una negligencia médica no siempre es sencillo. Por eso se necesitan los servicios de un perito médico que pueda ilustrar al tribunal sobre el estado de la técnica y los estándares de la profesión.